jueves, 25 de diciembre de 2008

Barton Zwiebach un genial fisico peruano


Todo empezó con una pregunta que desde que el hombre reflexiona, se ha hecho (En verdad, casi todos nos la hemos hecho en algún momento de nuestras vidas) ¿Por qué y cómo existimos? ¿Cuál es nuestro destino final? ¿De dónde venimos y a dónde vamos?

"Vivimos en un universo de diez dimensiones, donde todo lo que conocemos es apenas el cinco por ciento, la punta de un iceberg de un fenómeno mucho más grande de lo que habíamos podido concebir, tanto, que la idea de vivir en uno de entre millones de universos paralelos no está descartada".
Estos misterios aún vigentes, han sido el motor de la ciencia y la filosofía. Con esas preguntas hemos llegado a construir alucinantes ciudades, increíbles máquinas, impensables sistemas.
Todo empezó con un átomo
Quinientos años antes de Jesucristo, un filósofo griego llamado Demócrito tuvo una gran inspiración que le permitió desarrollar un concepto útil para describir algo invisible a nuestros ojos: el átomo; una partícula tan pero tan pequeña, que era imposible romperla en pedazos más pequeños. Sería la base de todo lo que existe en el universo, el ladrillo fundamental del "cosmos".
La idea de Demócrito es considerada aún correcta, pero han pasado dos mil años de investigaciones y todo se ha vuelto más complejo. Bien lo sabe nuestro compatriota Barton Zwiebach (Lima 1954), egresado de la UNI y actual catedrático e investigador del muy prestigioso Instiuto Tecnológico de Massachusetts, en EEUU.
Lo esencial es invisible a los ojos
Al igual que Demócrito, Zwiebach está fascinado por el mundo de las partículas indivisibles, por encontrar el "ladrillo fundamental" del cosmos. Sólo que ahora, ya sabemos que el átomo sí puede dividirse, de hehco lo hace. Sólo que eran ahora los quarks, las partículas más pequeñas que se conocían…hasta que a alguien se le ocurrieron las “cuerdas”. La revolución empezó en 1985. Las "cuerdas", proponen una teoría matemática de avanzada que sólo los físicos más brillantes de nuestro planeta están desarrollando en estos momentos. Entre ellos: nuestro compatriota, Barton.
"Aunque desde niño mi pasión fue la física, mis padres me sugirieron que estudiara ingeniería electrónica porque era algo práctico, con lo que podría ganarme la vida. Me pareció razonable" nos cuenta ahora frente a un auditorio de la Univesidad Tecnológica del Perú, que lo ha nombrado profesor honoris causa.
Siguiendo la sugerencia de sus padres, Zwiebach se graduó de ingeniero electrónico en la UNI y luego hizo el doctorado en el Instituto Tecnológico de California (Caltech), en ese momento residencia de los más notables físicos del mundo (Richard Feynman, Murray Gell-Mann (descubridor del quark) y John H. Schwarz, uno de los padres de la teoría de las cuerdas).
Abandonando "lo razonable"
Desde las ventanas de las aulas de ingeniería, Barton miraba el pabellón de física pura del Caltech, donde mentes descatadas trataban de desarrollar la teoría más ambiciosa de toda nuestra historia, capaz de explicar con extrema precisión el origen de todas las partículas subatómicas (más de sesenta) y la forma en que las fuerzas las hacen interactuar, un desafío que había derrotado a muchos físicos anteriores, entre ellos al mismísimo Albert Einstein.

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